La tasa anual de la energía ha disminuido hasta el -2,2% desde el -0,4% del pasado julio, debido a la evolución de su principal componente, los combustibles y carburantes. La tasa anual de estos últimos se ha reducido desde el 2,6% del pasado julio hasta el -1,1% de agosto. El descenso global de los precios de los productos energéticos se produce a pesar de que la tarifa eléctrica ha subido un 3,3% el pasado agosto y en el mismo mes de 2012 no varió.
Por su parte, la tasa anual de los alimentos frescos ha aumentado dos décimas porcentuales, hasta el 7,6%. Este nuevo repunte se debe a la aceleración de los precios de las frutas frescas y de las carnes de ave y porcino, cuyas tasas anuales han subido hasta el 25,9%, 2,8% y 3,3%, respectivamente. En cambio, la tasa anual de los precios de la patata y sus preparados ha bajado en más de 6 puntos porcentuales, aunque sigue en niveles elevados (31,2%).
La inflación subyacente o núcleo estable de los precios ha disminuido una décima, hasta el 1,6%, debido a la moderación de la inflación de servicios y, en menor medida, a los alimentos elaborados. La tasa anual de los BINES (bienes industriales no energéticos) ha aumentado dos décimas porcentuales desde julio, hasta el 0,4%. Ello es resultado de que la partida de medicamentos y material terapéutico ha aumentado en 1,5 puntos, hasta 7,9%, y del precio de los automóviles, que ha pasado de un -2,3% en julio a un -1,8% en agosto.
Por su parte, la alimentación elaborada, bebidas y tabaco reduce su tasa anual ligeramente, desde el 3,4% de julio hasta el 3,3%. Esta modesta desaceleración responde, fundamentalmente, a la moderación de algunos preparados alimenticios y a la desaceleración (siete décimas desde julio) de los precios de aceites y grasas. Esta rúbrica, con una tasa anual del 23,2%, continúa sin embargo liderando las tensiones inflacionistas de este grupo. Los servicios reducen su tasa anual en dos décimas, hasta el 1,7%, caída que ha respondido principalmente a la rúbrica de turismo y hostelería que ha disminuido su tasa anual en dos décimas, hasta el 1%. La subclase de IPC otros servicios ha visto recortarse su tasa desde 13,6% a 5,7% solamente en un mes.
El aumento mensual en tres décimas del índice general responde, especialmente, a los productos energéticos y a los alimentos frescos. Los primeros se incrementaron 1,2%, debido a la tarifa eléctrica y a los combustibles y carburantes que aumentaron un 0,5%. Los alimentos frescos subieron un 1%, debido al encarecimiento de las frutas frescas (4,9%), a la carne de ovino (2,6%) y a la de ave (1%). En sentido contrario, el descenso de vestido y calzado (-1,2%), las legumbres y hortalizas frescas (-4,4%) y las patatas y sus preparados (-2,2%).
Las comunidades autónomas con una mayor tasa de inflación interanual en agosto fueron Murcia (2%), Cantabria (2%) y País Vasco (1,9%). Las comunidades menos inflacionistas fueron Melilla (-0,2%), Canarias (0,3%) y Ceuta (0,8%).
En agosto la tasa anual del IPC a impuestos constantes disminuyó tres décimas, hasta el -0,5%, y la subyacente se redujo una décima, hasta situarse en el -0,4%. En el índice a impuestos constantes, la tasa anual de la energía fue del -4,8% (-3,1% el mes pasado) y la de los alimentos frescos del 6,5% (6,3% en julio). Dentro del núcleo de la inflación subyacente a impuestos constantes, los precios de los BINES bajaron un 1,8% (-1,9% en julio), los alimentos elaborados subieron un 1,9% (1,8% el mes pasado) y los precios de los servicios cayeron un 0,3% (-0,1% en julio).
El INE ha publicado también el IPC armonizado (IPCA) de agosto, cuya tasa anual se sitúa en el 1,6%, 0,3 puntos por debajo de la del mes anterior. Si se compara este dato con la tasa anual estimada por Eurostat para el conjunto de la zona euro (1,3%), el diferencial desfavorable a España se mantendría en 0,3 puntos.
En definitiva, continúa la moderación de la inflación global y de la subyacente y se espera que la tendencia se prolongue en los próximos meses, debido entre otras razones al descuento de los sucesivos escalones alcistas de precios que las medidas de consolidación fiscal generaron en 2012. La consecuente reducción de la tasa de inflación, junto con la continuidad en la moderación salarial, dará continuidad a la recuperación de un diferencial positivo de crecimiento de los precios frente a los socios comerciales europeos, en particular, y de mejora de la competitividad en general. Ello está favoreciendo el dinamismo de las exportaciones ya constatable en los datos de 2013 y la recuperación de la producción y el empleo.