Madrid, 5 de noviembre de 2013. Un cliente satisfecho es el mejor activo posible para una empresa. Sin embargo, los consumidores españoles creen que nuestras compañías no están a la altura de lo que esperan de ellas. Ni les escuchan, ni utilizan adecuadamente la información que tiene de ellos, no conocen sus necesidades específicas, no los sorprenden y no los valoran como clientes. Y lo peor es que esta situación puede impactar directamente en la rentabilidad de las compañías.
Estos son algunas de las principales conclusiones del informe El cliente tiene su percepción… ¿Y la razón?, elaborado por PwC, a partir de entrevistas con 5.380 consumidores finales y con las direcciones comerciales y de marketing de 57 de las principales compañías españolas. El estudio recoge la visión tanto de los consumidores como de las compañías y deja claro que existe un gap entre ambos.
Para ello, incluye dos indicadores: el Índice de Gestión Rentable de Clientes, que mide la valoración de los productos y servicios, el gasto del consumidor, la recomendación y la intención de recompra- y el de Índice de Gestión Rentable de las Empresas, que cuantifica el recorrido de mejora de nuestras compañías por sector.
El Índice de Gestión Rentable de los Consumidores refleja que estos tienen una visión poco alentadora acerca de cómo les tratan las empresas. Sobre una puntuación máxima de 134 -lo que sería una gestión excelente de los clientes- la media de las empresas españolas se sitúa en 56. Si hacemos el análisis por sector, las empresas alimentarias, c0n 76 puntos, son las que, según los consumidores, realizan una mejor gestión de clientes y las únicas que son capaces de rentabilizarlos. Les siguen otros sectores como los de turismo (66), seguros (65), moda (64), transporte (63) y salud (61), que se sitúan en una zona cercana al riesgo y a la posibilidad de comenzar a perder ingresos. Las compañías del sector del automóvil, con 57, se sitúan prácticamente en la media, mientras que las de internet, telefonía móvil, banca, gas y electricidad y el sector público son la que reciben peor valoración de los consumidores.
Opinión de los consumidores sobre cómo les tratan las empresasInfografía: la gestión de clientes en España
Opinión de los consumidores sobre cómo les tratan las empresas
Desde el punto de vista de la lealtad de los consumidores, la fotografía es bastante parecida. Es decir, a mayor satisfacción, mayor lealtad. El sector de alimentación cuenta con una amplia masa crítica de consumidores leales (78%), que son fieles a su marca y que visitan de forma frecuente su punto de venta. Sin embargo, la contracción del consumo se está traduciendo en una bajada de la compra. Le sigue el sector turístico y el de moda, con un 71% y 70% de consumidores leales, respectivamente, pero donde también la difícil situación económica está provocando una caída de su rentabilidad. De nuevo, los consumidores y clientes de sectores como internet, móvil, banca y gas y electricidad son los que se declaran menos leales.
En cuanto a la visión de las compañías, el Índice de Gestión Rentable de las Empresas establece cuatro tipos, según estén más o menos orientadas al cliente. De los once sectores incluidos en el estudio, ninguno consigue situarse en el nivel de excelencia. Tres –banca, móvil, gas y electricidad- se encuentran en aquellos que tiene un enfoque alto. Y ocho –seguros, moda, automoción, salud, alimentación, transporte y turismo- se encuentran entre los que tienen un margen de mejora medio o alto.
Llama la atención que los sectores que tienen mejores prácticas son aquellos que establecen relaciones contractuales con sus clientes y que tienen un mayor número de transacciones (banca, móvil, gas y electricidad). Precisamente por eso, los consumidores esperan más de ellos y, quizás por ello, están menos satisfechos y obtienen una peor valoración.
Explotar la información de los clientes
La gran asignatura pendiente de las empresas españolas es la explotación del conocimiento que tienen sobre sus clientes. Sectores como banca, gas y electricidad o telecomunicaciones disponen de una gran cantidad de información pero el consumidor no percibe que la oferta se adapte a sus necesidades, ni que intenten fidelizarlos o retenerlos.
En cuanto a los canales de interacción, existe un buen desarrollo del canal telefónico y del presencial. Todo lo relacionado con el punto de venta físico está muy bien valorado en sectores como el de consumo, turismo o seguros de salud, donde el contacto con el personal determina en gran medida la experiencia del cliente. En el de banca, por ejemplo, a pesar de que el canal presencial es muy fuerte, el sector no lo ve como una fortaleza. Sin embargo, Internet y todos los elementos relacionados con la multicanalidad están todavía poco desarrollados por las compañías españolas.