Las perspectivas de futuro son aún mejores, pero para lograr su máxima penetración, es necesario un modelo de trabajo colaborativo entre los profesionales de la salud, industria farmacéutica y Administración.
Esta nueva forma de relación entre el médico y el paciente ofrece múltiples beneficios para ambas partes, desde la optimización del tiempo en consulta hasta la mejora de la adherencia terapéutica y la monitorización de pacientes crónicos.
Los ámbitos más prometedores son los de bienestar, prevención, diagnóstico, tratamiento, monitorización y fortalecimiento del sistema de salud, según un informe sobre el Impacto socioeconómico de la mHealth.
Con más de 55 millones de líneas móviles operativas sólo en España, parece claro pensar que la mHealth al servicio del paciente, especialmente en el de los crónicos, será clave para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario. Para expertos como Rana Mehta, líder global de mHealth de PwC, un modelo de prestación de servicios interconectados de salud puede llegar a disminuir los costes en un 50%. En el caso de España, podrían ahorrar más de 10.000 millones de euros de aquí a 2017.
Estos son algunos de los datos recogidos en un informe de análisis para la Unión Europea “Impacto socioeconómico de la mHealth”, publicado el pasado mes de junio y cuyas principales conclusiones han sido presentadas recientemente en una jornada organizada por Pharma Talents y PwC en el Parc Cientific de Barcelona.
Un análisis más profundo determina que las mayores posibilidades de este campo tienen que ver con conceptos como bienestar, prevención, diagnóstico, tratamiento, monitorización y fortalecimiento del sistema de salud. Para Mehta, “lo más importante es que los gobiernos se conciencien de los beneficios globales del uso de la mHealth y apuesten más por invertir en innovación en los próximos diez años. Una innovación integrada, inteligente, orientada a resultados, socializada, interoperable y participativa”.
Nuestro país ya cuenta con algunos proyectos pilotos, como el que lidera Rafael Cubí, médico de familia y director funcional del e-CAP del Institut Català de la Salut. Se trata de un sistema de implantación de la prescripción electrónica en Cataluña, que alcanza ya al 90% de la Atención Primaria y con el que han conseguido reducir hasta en un 90% el número de “clics” durante el tiempo de consulta médica.
Por el momento, tal y como Cubí explicó en el evento de Pharma Talents, el proyecto cuenta con más de 25.000 médicos que tratan a 6 millones de personas y en previsión de que aumente en los próximos años. En su opinión, el desarrollo de la mHealth debe venir de la mano de un modelo de trabajo colaborativo entre los profesionales de la salud, la industria farmacéutica y la Administración.
También en farmacia hospitalaria
Desde su experiencia como farmacéutico de hospital del Hospital Virgen de Valme de Sevilla, Ramón Morillo reafirma el potencial de la mHealth al servicio de la farmacia hospitalaria como catalizador del torrente informativo sobre nuevos medicamentos. Durante su intervención en el encuentro, incidió en que este tipo de herramientas deben tener como objetivo acercarse más a los pacientes y solicitó más involucración por parte del colectivo de farmacia hospitalaria en los contenidos, tanto desde el punto de vista del diseño y la validación como en la seguridad y la utilidad. Con respecto a este último punto, “las soluciones mHealth aportan ventajas indudables en relación con la monitorización de pacientes crónicos, la mejora en la adherencia a la terapia farmacológica, los tratamientos a distancia o la telerrehabilitación”, explicó Morillo.
Con el fin de llegar al mayor número de pacientes, la forma de aproximarse al usuario debe variar en cada caso, ya que la experiencia confirma que el 48% de los pacientes que han usado mHealth lo abandona después de seis meses. Lo que es innegable, subrayó, “es que estamos ante un nuevo canal de comunicación entre los pacientes (y sus familiares y cuidadores) con los servicios de salud, las farmacias y la industria farmacéutica”.