“Las exportaciones españolas de mercancías alcanzaron en marzo de 2014 un valor de 20.632,6 millones de euros, un 1,7% más que en marzo del año anterior, y las importaciones alcanzaron los 22.686,5 millones de euros, un 15,4% más que en marzo del año anterior. En términos desestacionalizados, las exportaciones registraron una caída del 3,4% interanual y las importaciones un ascenso del 8,7%. En volumen, las exportaciones cayeron un 1,1% interanual, al haber aumentado un 2,8% los precios de las exportaciones aproximados por los índices de valores unitarios. Las importaciones en volumen registraron una subida del 21,4% interanual, al haber descendido un 4,9% sus precios aproximados por los índices de valores unitarios.”
En definitiva empeora la balanza de pagos, saliendo más dinero de España que lo que logramos que entre, exactamente el déficit ascendió a 2.053,9 millones de euros frente al superávit de 634,9 millones de marzo del año pasado.
Desaparece por lo tanto una de las pocas estrellas que iluminaba nuestro país: La exportación.
Es curioso destacar que este nefasto dato se debe al coste energético que debemos pagar en el extranjero, y más curioso en un país con tantísimo sol, mar e incluso viento que podría reducirlo. Sorprendente por lo tanto para los intereses nacionales la reforma del Ministro de Industria y Energía, Soria López para limitar, impedir y claramente zancadillear a las renovables ya que el saldo exportaciones-importaciones no energéticas es positivo y tiene un superávit de 1.710,3 millones.
En palabras del propio ministerio:
“El saldo no energético arrojó un superávit de 1.710,3 millones de euros, un 54,9% menor que en marzo de 2013 (3.791,4 millones de euros con datos provisionales) y el déficit energético aumentó un 19,3% hasta los 3.764,2 millones de euros (déficit de 3.156,4 millones en marzo de 2013).”
Es decir, si utilizáramos nuestro sol y viento en lugar de comprar petróleo nuestro país hubiese ganado este pasado marzo 1.710,3 millones de euros.
Podríamos mantener las pensiones acorde a la inflación, frenar el deterioro de la sanidad y la educación pilares de cualquier civilización y país en democracia, dependencia, inversión I+D, apoyo al empleo, etc. ¡Realmente nos está costando muy caro el ayudar a las grandes eléctricas!
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