Ciudades como Barcelona, Málaga o Palma de Mallorca, han tenido ligeros incrementos, aunque es verdad que en un mercado tan heterogéneo como este, solo comparando viviendas con las mismas características puede decirse con propiedad cuál es la evolución del precio.
Estudios realizados por Euroval para www.valoracion.es —un portal gratuito de tasaciones y valoraciones de inmuebles— muestran que, junto a factores como la capacidad de compra, medida por el empleo, el tipo de interés hipotecario, y la oferta de vivienda, la propia inercia de los precios explica su evolución futura. Esto quiere decir que lo que origina una burbuja son los propios precios al alza, que llevan a nuevas alzas, en unas condiciones de mucha oferta y demanda. Y después, al contrario, la bajada tiene un componente simétrico, de manera que conduce a nuevas bajadas, en un mercado donde se retraen la oferta y la demanda.
Camino de la estabilización del mercado
Hay, pues, motivos para pensar que una vez frenado este proceso de caídas, y conforme se vayan aceptando los nuevos precios, se darán más operaciones de compraventa y se estabilizará el mercado. Después seguirá un incremento de precios, aunque no en las condiciones que se daban en años anteriores.
Visto en perspectiva, desde el año 2000 hasta ahora, los precios medios por metro cuadrado han subido un 56%, y han bajado un 31% desde máximos de 2008; el 0,8% que caen en 2014 respecto al año anterior es un buen indicador de estabilidad, que puede iniciar un nuevo ciclo de subidas débiles.
Las viviendas terminadas en 2014 representan solo el 8% de las que se construían de forma acumulada hace quince años y hasta el momento de la crisis del sector. Para este año 2015 y los próximos, los factores que influirán en el precio de la vivienda son los siguientes:
La capacidad de la demanda que se mide por el empleo creado y la renta disponible.
La financiación y el tipo medio hipotecario como indicador del esfuerzo que hay que hacer en el pago.
La oferta existente, el stock de vivienda, adaptada al mercado; y la oferta nueva, que cuenta con suelo más barato que antes y objetivos de compradores mejor definidos.
Estas tres variables muestran señales contrarias: regular la primera; buena la segunda en cuanto al interés, pero no tanto en cuanto a la disponibilidad de financiación; y dudosa la tercera, ya que el retraimiento de la oferta existente y de la nueva oferta, en contra de lo que pudiera pensarse, no tienen un efecto sobre el incremento de los precios, sino en que se hagan pocas transacciones.
En busca del precio justo
La idea que queremos destacar es que la propia evolución de los precios es la variable que determina el precio futuro, de manera que en 2015 veremos en algunas zonas ligeros incrementos de precios, llegando incluso al 3%, mientras que en otras pueden darse caídas igualmente del 3%; pero el precio medio podría subir para el conjunto de España. Esta tendencia se reforzará para 2016 y 2017, a medida que se estabilicen los precios y también cuando compradores y vendedores intuyan que no habrá grandes variaciones y que tienen una base justa sobre la que tomar sus decisiones.