El pasado 1 de enero entró en vigor la nueva reforma fiscal que ha modificado, entre otros puntos, los tipos impositivos que gravan las rentas del ahorro. Si bien la rebaja de los tipos se va a producir en dos tramos, el primero ya ha entrado en vigor. El segundo será en 2016, cuando los tipos imponibles volverán a situarse en los niveles de 2011. Esto significa que, ahora, los ahorradores ganan más por sus cuentas y depósitos, ya que la retención practicada por Hacienda es menor.
En concreto, los tipos imponibles sobre el ahorro han bajado del 21 % al 20 % en 2015 y bajarán hasta el 19 % en 2016 para las rentas de hasta 6.000 euros. En este tramo es donde se incluyen la mayoría de los ahorradores, sobre todo ahora que la rentabilidad de los depósitos no para de menguar y cada vez es más difícil obtener beneficios atractivos de este tipo de productos.
Para las rentas más altas, de entre 6.000 y 24.000 euros, los tipos han descendido del 25 % al 22 % este año y lo harán hasta el 21 % el próximo; para los rendimientos de entre 24.000 y 50.000 euros, la bajada ha sido del 27 % al 22 % y en 2016 bajarán hasta el 21 %; y, por último, para las rentas de más de 50.000 euros los tipos han disminuido del 27 % al 24 % este año y se situarán en el 23 % el próximo.
Unas bajadas que, no obstante, apenas se están notando en las rentas menos abultadas, precisamente porque el tramo de hasta 6.000 euros ha sido el menos beneficiado, con una rebaja global de tan solo dos puntos porcentuales. Es decir, en 2016 Hacienda retendrá un 2 % menos de lo que retenía el año pasado, pero a no ser que los intereses devengados sean altos, la diferencia no se notará demasiado.
Pongamos un ejemplo: un ahorrador que invierta 10.000 euros al 2 % TAE en un depósito a un año, obtendrá unos beneficios brutos de 200 euros. Sobre esas ganancias, en 2014 Hacienda le hubiese retenido 42 euros. Este 2015 la retención será de 40 euros y en 2016, de 38. Una diferencia de 2 euros menos por año. Por el contrario, si las ganancias fuesen de, por ejemplo, 5.000 euros, la diferencia sería de 50 euros por año.
Aprovechar los tipos de 2016 para ganar más
Aunque estemos en 2015, es posible aprovechar los tipos de 2016 y aumentar los intereses netos. ¿Cómo? Contratando depósitos bancarios que abonen los intereses durante ese año, según informa HelpMyCash.com.
El truco es muy sencillo. Las retenciones de Hacienda se practican en el momento en el que la entidad abona los intereses y el dinero pasa a estar disponible, independientemente de la fecha de contratación del producto. Por ello, a un depósito abierto en 2014 o en 2015, si liquida los intereses en 2016, se le aplicarán los tipos vigentes en ese momento, unos tipos más bajos que los de este año.