Las actas de la reciente reunión del FOMC han sido vistas como moderadamente agresivas. El titular que captó la atención de todos fue que «varios» participantes pensaban que sería adecuado iniciar una subida de tipos en junio, pero los inversores razonaron luego que esos «varios» probablemente serían los habitualmente agresivos presidentes regionales, que habían estado presionando desde hacía algún tiempo en favor de que al Fed comenzara el ajuste lo antes posible. Esa gente no necesariamente representa un consenso en el comité. Por ejemplo, los presidentes de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker, de San Luis, James Bullard, y de Cleveland, Loretta Mester, coincidieron recientemente en decir que están a favor de una subida de tipos en junio, pero los tres han ocupado durante algún tiempo un extremo en las posiciones del comité y sin duda aún siguen ahí si se compara su postura con lo dicho por la presidenta Yellen hace dos semanas y por el vicepresidente del FOMC, William Dudley, en dos apariciones esta semana. Por ejemplo,
el gobernador Powell dijo ayer que el riesgo de una subida demasiado temprana era mayor que el riesgo de esperar demasiado, y que mientras que él espera una primera subida para más avanzado este año, la subida a partir de ese momento podía ser «gradual», algo en lo que Yellen y Dudley han insistido también.
Las dos opiniones no son por fuerza contradictorias. La Fed podría subir tipos en junio, pero luego mantenerlos durante algún tiempo antes de la siguiente subida en lugar de aprobar una subida de 25pb en cada reunión. Eso satisfaría a las dos partes. En cualquier caso yo espero que tengamos que ver una corrección sustancial al alza de la NFP de marzo y un fuerte crecimiento mantenido de la creación de empleo para llegar a la subida de tipos en junio. Septiembre me parece una fecha más probable.
Las actas también revelaron que más de la mitad de los miembros del comité habían bajado su previsión de hasta dónde podría caer el índice de paro antes de provocar inflación salarial, lo que quiere decir que su previsión de dónde está la exigencia de la Fed de «máximo empleo» se ha rebajado. Eso tiene importantes consecuencias en el ritmo de ajuste. El resultado es una modesta subida de solo 1pb en las expectativas de los tipos de interés de los fondos federales. Aun así, fue suficiente para respaldar el dólar y la divisa estadounidense volvió a crecer más que sus equivalentes del G10. Yo espero más ascenso del dólar mientras la divergencia en política monetaria siga siendo un asunto principal en el mercado FX. Pero los mercados emergentes (EM) son más elásticos y casi todas sus divisas (las que seguimos) se reafirmaron, pues los participantes del mercado esperan ahora que el impacto de los tipos estadounidenses más altos sobre las divisas de los EM sea menor de lo que esperaban.
AUD, NZD y GBP subieron frente al USD. GBP ha recibió un empujón del plan de compra del grupo BG por Shell. El mercado podría estar acostumbrándose a la historia política: un sondeo YouGov que muestra a los laboristas a la cabeza por 1 bp con un 35% y a los conservadores con un 34%, mientras que los demás partidos con porcentajes menores no producen impacto alguno. Yo sigo creyendo que la incertidumbre sobre los resultado electorales mantendrá la presión bajista sobre la libra a medida que se aproximan las elecciones del 7 de mayo.
El petróleo se hunde tras un aumento de las reservas mayor que el esperado. La primicia del lunes fue que las reservas de Cushing, Oklahoma, podrían haberse reducido durante la última semana. El martes, tras conocerse los datos del API, parecían haber aumentado. El miércoles, la Agencia de Información Energética estadounidense (EIA) publicó sus cifras, que mostraban un enorme aumento de sus reservas de 10,9M barriles, el mayor desde 2001. Las reservas de Cushing sólo crecieron 1,2M semanales, muy por debajo de la media de crecimiento de 2,1M barriles producida en lo que va de año. Y entonces ¿qué pasa? Siguen en camino de llenar la mitad de la capacidad de almacenamiento de la ciudad de aquí a mediados de año. Eso probablemente influirá hoy en las divisas vinculadas a esta materia prima, en particular el CAD.
La subasta de bonos del Tesoro griegos da extraños resultados. Grecia consiguió colocar ayer toda su oferta de bonos del Tesoro. Los resultados fueron bastante extraños si los comparamos con las subastas de bonos de otros Estados; la ratio de cobertura de las pujas, 1,3, fue exactamente la misma de la anterior subasta, lo cual implica que los inversores pujaron esta vez por la misma cantidad de bonos que la última vez. ¿Una coincidencia? Además, las letras del Tesoro salieron al 2,97%, en comparación con la actual tasa de las letras a seis meses del 3,81%. ¿Quién compraría nuevas letras casi 100 pb por debajo de las existentes? ¿Hay tal falta de oportunidades de inversión en Grecia? Aparentemente, el Gobierno se niega a aceptar ofertas por encima del 3.0%, y sólo que queda deducir que hay una sensación de «destrucción mutua asegurada» que anima a los compradores a asegurarse de que la subasta está completamente sobresuscrita, por si se llega al desastre. Mientras tanto, la visita a Moscú del primer ministro griego Alexis Tsipras dio como fruto la promesa de un estrechamiento de lazos entre los dos países, peor nada de dinero. Sigue la cuenta atrás.
Destacados de hoy. Durante la jornada en Europa se publicarán los informes de producción industrial y de la balanza comercial de Alemania correspondientes a febrero. Se espera una leve desaceleración de la producción industrial y un aumento del superávit comercial del país. Aunque esos no están entre los principales impulsores del mercado, podrían mostrar que Alemania vuelve a coger impulso, en contraste con la decepcionante cifra de costes industriales del miércoles.
En Reino Unido, el banco de Inglaterra se reúne para decidir su política de tipos. La probabilidad de un cambio es escasa, y por ello el impacto en el mercado debería ser mínimo, como de costumbre. De todos modos será interesante leer las actas de la reunión cuando las publiquen el 22 de abril. La balanza comercial del país también está al caer. En fecha reciente, el Banco de Inglaterra avisó de que el déficit por cuenta corriente podría hacer que los mercados financieros se volviesen contra la economía británica en tiempos de estrés. Como el déficit comercial es un aparte importante del déficit por cuenta corriente, su aumento podría aumentar esas preocupaciones y la libra podría debilitarse un poco.
En EEUU están a punto de publicar las solicitudes de subsidio de la semana que concluyó el 4 de abril y el inventario de ventas al por mayor de febrero.
Preparado por: Marshall Gittler, Charalambos Pissouros y Sakis Paraskevov