La palabra offshore ha adquirido en los últimos meses unas connotaciones muy negativas. Su mera mención se asocia inmediatamente con actividades ilícitas, evasión de impuestos y corrupción. Sin embargo, en las siguientes líneas, se descubrirán la solvencia, seguridad y fortaleza del sistema bancario offshore. Constituye una de las mejores soluciones para optimizar la fiscalidad, proteger el patrimonio personal y los activos y beneficiarse de la confidencialidad en las operaciones y cuentas bancarias.
Más allá del estereotipo que se ha ido creando en torno a este tipo de servicios financieros completamente legales a raíz de los Papeles de Panamá han ido surgiendo movimientos en contra de la libertad y la privacidad financiera en todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos donde una Ley de 1978 (la RFPA) ampara este derecho a todos los ciudadanos norteamericanos.
La banca comercial, responsable de la crisis financiera de 2008
El sistema bancario comercial fue el que inició la crisis económica que aún es palpable en diferentes lugares. Después de que el sistema bancario estadounidense acumulara ingentes cantidades de beneficios gracias al dinero ahorrado por sus clientes comenzaron a prestar esos fondos de manera imprudente para hipotecas con alto riesgo. Esto provocó su ruina.
Entonces acudieron al gobierno para solicitar un rescate. A pesar del billón de dólares que recibieron proveniente de los contribuyentes en concepto de recapitalizción, el mayor rescate provino del Sistema de Reserva Federal. Este banco central se dedicó a reunir grandes cantidades de dinero para prestárselo a los bancos comerciales con un interés del 0% en su intento de evitar la ruina. Sin embargo, esta solución solo provocó que los Fondos Federales se declarasen insolventes.
Esto ha provocado un aumento desmesurado de la deuda pública ya que estos Fondos debían seguir financiando las actividades del Gobierno. Con todo ello, las obligaciones que tiene Estados Unidos ascienden al 75% del PIB en Enero de 2016.
Recapitulando el sistema bancario norteamericano se compone de un Gobierno y un banco central insolventes con unas entidades bancarias que tienen un historial de imprudencia y conductas temerarias.
Mientras tanto, en Europa muchos de los bancos son completamente insolventes y han tenido que recurrir controles en la retirada del dinero en efectivo como ocurrió en Grecia y Chipre para retener los fondos de sus clientes. En otros casos, como en España también se recurrió al rescate de los bancos comerciales como en Estados Unidos con fondos públicos y ayudas de Europa. Todo ello, sin olvidar que el Banco Central Europeo estableció en 2014 tasas de interés negativas como medida para incentivar el crecimiento.
La banca offshore es más segura
Ante esta realidad financiera la banca offshore no tiene nada que ver con evasión de impuestos ya que existen otros métodos más fáciles y legales para reducir las obligaciones fiscales. Hay muchas jurisdicciones offshore como Hong Kong que tiene bancos altamente capitalizados y que mantienen reservas en efectivo. Además también están respaldados por un Fondo de Garantía de Depósitos, que está bien financiado, debido a que el Gobierno de Hong Kong tiene una deuda neta del 0% y uno de los bancos centrales mejor capitalizados del mundo.
En la era digital, la geografía es anecdótica. No importa donde se encuentre físicamente el banco personal de cada uno. La característica más importante a la hora de elegir un banco deberá ser la estabilidad financiera: su liquidez, su solvencia, sus prácticas de préstamo.
Por tanto, ser cliente de un banco offshore no es sinónimo de estafador. Es algo completamente legal y seguro, siempre que se sigan las normas de divulgación en su país de origen. Para ello, la mejor forma de abrir una cuenta bancaria en el extranjero es mediante un correcto asesoramiento por parte de consultores independientes de banca privada