«La filosofía debe ser siempre sin prisa pero sin pausa, especialmente en decisiones que son realmente trascendentales en la historia de cualquier persona», explica la arquitecta técnica e interiorista Diana Arlauskas. Por eso, aquí van 12 claves para acertar en la compra de una casa.
1. Acotar la búsqueda a aquellos barrios que realmente nos gustan, aunque sin cerrar la puerta a posibles ‘sorpresas’. Hay que empezar por aquellas zonas de la ciudad que satisfacen especialmente. ¿Qué se debería mirar en un área residencial antes de dar un paso más? Los servicios que tiene: desde colegios, infraestructuras sanitarias cercanas (hospitales, ambulatorios, centros de salud), a supermercados, accesibilidad, transporte público, facilidad (o no) para encontrar aparcamiento, posibles fuentes de molestias, bien por ruidos o insalubridad. Hay que estar abiertos a ‘sorpresas’ que puedan sugerirnos desde las agencias inmobiliarias o a través del intermediador con el que se está buscando piso para comprar, si fuera el caso.
2. ¿Segunda mano u obra nueva? Depende. ¿De qué? De la oferta que haya en los distritos que interesan realmente. Si son viviendas usadas, el pro fundamental será un precio menor de salida (aunque tal vez necesite reforma y el coste final acabe siendo similar al de un piso nuevo); si es inmueble a estrenar, el mayor aliciente será poder disfrutar de una casa lista para empezar a vivir y con todo nuevo, con lo que eso suele gustar. El consejo es no cerrarse puertas y empezar el rastreo con la mente abierta pues podemos ir con una idea preconcebida y lo que veamos cambie el plan que se había hecho.
3. Orientación del piso. No se suele dar la importancia que tiene a este aspecto y luego se ‘sufren’ las consecuencias: demasiado calor, poca luz, necesidad de utilizar calefacción, entre otros. A tener en cuenta estos breves apuntes: la orientación norte recibe el sol directamente solo en verano, a primeras horas de la mañana y al final del día y en invierno poca luz directa; este, para zonas calurosas, con sol al comienzo de la jornada y hasta mediodía, por las tardes los pisos están más frescos; oeste, idónea para climas fríos pues las radiaciones solares impactan desde mediodía hasta la noche; sur, con sol prácticamente todo el día con la excepción del verano, durante el cual el sol dará sobre todo en las horas centrales.
4. ¡Ojo a los planos! Si se compra inmueble de obra nueva, asegurarnos de que se corresponden con la realidad; si es una casa de segunda mano, estudiar bien las dimensiones, los espacios y las posibilidades de reforma. En esto podrían ayudaros profesionales del interiorismo, con asesoramiento especializado en distribuciones y aprovechamiento de los espacios.
5. Distribución de la residencia y dimensiones de las habitaciones. Hay que tener en cuenta cuáles son las necesidades personales del comprador. Si tenemos familia o pretensión de tener (más) hijos, es un aspecto clave. Se debe prestar atención al número de dormitorios y a espacios como el salón, por ejemplo, si es donde se hará más ‘vida’, o al baño. Para amantes de la cocina, como puede ser otro caso, hay que analizar cuánto de grande –o de pequeña– es esta estancia.
6. Calificación energética del inmueble. Otro punto que, por desconocimiento, no se suele considerar como se merece. De esto va a depender el gasto que suponga aclimatar y tener acondicionada la vivienda en cuanto a temperatura. Información básica para que no te den gato por liebre: certificados A y B para inmuebles que emplean renovables y con aislamientos térmicos de alta eficiencia; C, D y E, las calificaciones más habituales y que se pueden considerar ‘aceptables’; F y G, ¡ojo! Acondicionar el piso para llevar bien las calores estivales o el frío del invierno puede suponer un coste imprevisto y considerable.
7. Luminosidad de la residencia. Podría existir un post hablando solo de la importancia de la luz natural y de los beneficios que tiene tanto a nivel personal como profesional, pero no es el momento… Lo que sí se recomienda es prestar mucha atención a la luminosidad del inmueble que estés viendo, el número de ventanas que tiene, el tamaño y la situación de las mismas, etc. Esto, unido a la orientación, son factores clave para temas como el ahorro energético.
8. Estado del edificio. Primordial es que la casa cumpla nuestras necesidades y satisfaga las expectativas que nos hayamos creado pero no deberíamos olvidarnos del edificio en sí si se trata de un piso o apartamento. ¿Qué puede importar este punto? Pues desde algo tan ¿superficial? como la imagen que transmite a quienes nos visitan –sobre todo si vamos a adquirir una propiedad para fines profesionales/empresariales– a algo tan fundamental como los gastos de comunidad. Si está muy deteriorado es probable que a medio y largo plazo se necesiten realizar reformas que harán que la cuota mensual ascienda considerablemente, entre otros aspectos.
9. Informe técnico para tener mayor poder de negociación.Muy recomendable: es una inversión que se recupera casi con total seguridad. Nada como profesionales especializados en valorar inmuebles para que valoren y emitan un informe donde se recoja el precio justo, según la situación del mercado en ese momento, de la casa que pretendemos.
10. La verdad y TODA LA VERDAD sobre el inmueble en cuestión. Antes de dar un paso definitivo y entregar incluso una señal para reservar la vivienda, no dudéis en solicitar toda la información sobre la residencia. ¿Cómo hacerlo? Hay webs como http://es.goolzoom.com en la que vais a encontrar la referencia catastral pinchando en el mapa y buscando el piso. Este site ofrece información muy útil, ¿eh? Precios por metro cuadrado de la zona y la horquilla en la que se mueve el coste total de viviendas en esa demarcación, de más bajo a más alto. Obviamente, los primeros suelen ser de los más antiguos y con menos servicios o peores instalaciones y los más altos se corresponden por lo general por casas más grandes, obra nueva, en edificios de lujo, entre otros.
11. Cotejar datos que nos ha facilitado el vendedor con el registro del catastro. Ya con la referencia catastral visitamos http://www.sedecatastro.gob.es/ para saber la ficha oficial del inmueble: año aproximado de construcción o de la última reforma, metros cuadrados del apartamento y de las zonas comunes. No siempre son los reales, por lo que lo mejor es coger n plano y comprobarlo todo. Asegúrate también de las posibles cargas o débitos que pueda arrastras la vivienda, como recibos de comunidad que puedan tener pendientes de abonar, por ejemplo. Para eso hay que pedir la llamada ‘Nota Simple’ al Registro de la Propiedad.
12. Calculadora en mano y… ¡Precio total estimado! Normalmente se pone un coste que no incluye IVA ni gastos de notaría y de otras gestiones que van a ser necesarias. Tampoco se incluye en la suma final el presupuesto de la reforma que pudiera necesitarse. Lo mejor es hacer una lista con todas las partidas presupuestarias que nos hayan dado y así hacerse una idea real de cuánto va a costarnos la vivienda. Tocará valorar hasta qué punto podemos afrontar ese desembolso…
Diana Arlauskas
Arquitecta Técnica-Interiorista