El funcionamiento de los mercados en base a la psicología de las masas
Una masa es una aglomeración de personas. Pero con una connotación característica. Todas estas personas deben estar orientadas en una dirección psicológica definida y común. Es decir, deben tener un mismo fin. Un sentimiento común que les mueve.
¿Son los mercados financieros una masa?
Indudablemente. A pesar de la distancia que separa a todas las personas que intervienen en un mercado financiero se comunican a través de un elemento objetivo: el precio.
El precio es más que un simple dato numérico, en la mente de las personas es una expectativa. Se asocia con un valor percibido. Despierta en la gente ciertos sentimientos. Esto es lo que mueve los mercados, los sentimientos.
El fin que inspira a esta masa organizada es obtener un beneficio en términos económicos, en sentido positivo. En sentido negativo huyen de una pérdida económica.
Así pues, todos los individuos están guiados bajo un mismo fin y con un elemento objetivo que les sirve de nexo. Todos forman una masa en términos psicológicos.
¿Cuáles son las características de una masa?
Todos los individuos que componen una masa se contagian por los sentimientos de este ente, la masa en sí misma cobra un pensamiento con sustantividad propia e independiente del pensamiento individual de las personas.
Una masa está formada por personas, pero en realidad, el pensamiento propio e independiente de la masa está formado por los lazos más básicos que unen a estas personas. Es pues, un pensamiento primitivo, debido a que está alimentado únicamente por los sentimientos de las personas que lo integran, no por su razonamiento.
Para una masa no existe el razonamiento lógico, solo existen los sentimientos, los nexos de unión entre los individuos que componen esa masa son tan solo vagas asociaciones de ideas. Los sentimientos son los elementos inconscientes comunes a todas las personas que forman la masa.
El problema reside en la capacidad de contagio y de sugestión que tiene la masa entre todos y cada uno de los individuos que la componen. Esto a su vez la retroalimenta, la hace imparable.
Las cualidades racionales que el individuo tiene de forma consciente se debilitan, la masa en sí misma influye en su forma de pensar. Las masas son altamente sugestionables por este motivo. (G1)
La masa crea los movimientos en los mercados
Vamos a tomar un ejemplo de la historia de los mercados financieros para apoyar esta teoría. Volvamos al siglo XVII en Ámsterdam. ¿Alguien se explica porqué un tulipán generó una burbuja en la que algunos individuos fueron capaces de hipotecar hasta sus viviendas para comprarlo?
Lo cierto es que resulta hilarante pensar como una flor pudo crear una convulsión económica. Pero así es cómo actúa el ser humano cuando forma parte de una masa.
Cuando se trataba de adquirir tulipanes, hasta el individuo más inteligente no dudaba en invertir sus ahorros y pedir crédito para financiar la compra de tulipanes. Para este individuo no cabía la posibilidad de pensar racionalmente, el tulipán en su mente era una inversión, su precio era una expectativa de revalorización. Estaba bajo el influjo de una fiebre compradora. ¿Nos recuerda esto a algo? (G2)
En 1937, todo saltó por los aires y con la misma facilidad que se creó una burbuja, estalló. Ahora el mismo individuo que tenía la fiebre compradora quería vender con la masa y deshacer su inversión lo antes posible. El miedo le contagió.
Se pasa de un sentimiento a otro en un breve período de tiempo. Esto explica como los mercados van desde el suelo hasta el cielo, creando un boom que luego pasa a ser un crack (G3).
Una de las características que tiene la masa es que pasa de un sentimiento a otro con mucha facilidad, es muy voluble. La masa solo conoce sentimientos simples y extremos. Las ideas son para ella absolutas, o valen, o no valen.
Se lleva funcionando así desde que los mercados existen. No han cambiado en absoluto desde la primera transacción hasta hoy. La naturaleza humana no cambia.
El juego siempre se repite
Todo el mundo quiere obtener beneficios y cuando el activo o valor que se utiliza como medio para ello se convierte en una patata caliente, todos quieren quitárselo de encima antes de quemarse.
Unos pocos años después de la burbuja de los tulipanes, sin salir de Ámsterdam, se creó una nueva burbuja con la Compañía de las Indias Orientales.
Nadie se acordaba ya de todos los daños que produjo la anterior burbuja, conforme estaba estallando una se estaba gestando otra. Y así sucesivamente… Pronto se le olvida a una masa sus errores del pasado, esto es un claro síntoma de que no es capaz de pensar racionalmente.
Lo anteriormente reseñado es solo un ejemplo llevado al extremo del poder de la masa para crear un “boom” y un “crash”. El crédito y la situación de liquidez también ayudan mucho en estas situaciones.
La masa y los profesionales
Las características psicológicas de la masa son aprovechadas por aquel que sabe como posicionarse en su contra para obtener beneficios de ellas.
Las masas son las que crean las tendencias. Pero antes de la generación de una tendencia debe haber un movimiento de acumulación o distribución. Durante estos movimientos previos se realiza una labor por parte de los especialistas: El posicionamiento. Después se deja a la masa en libertad.
Según lo dicho hasta el momento, la masa es impulsiva, es voluble, es impaciente, es irritable y es fácilmente sugestionable. Estas características deben quedar claras si lo que se pretende es escapar de las garras de la sugestión de la masa.
Es más, esto debe quedar grabado si lo que de verdad se pretende es actuar como aquellos que utilizan a las masas para tomar sus posiciones. Es decir, los verdaderos profesionales.
Las maniobras de los profesionales en la acumulación y distribución es simplemente dar o quitar papel a la masa.
En una acumulación los operadores profesionales juegan con la impaciencia de la masa. Cuando el valor está en la parte alta del rango de acumulación la sugestionan para que siga vendiendo.
Ellos compran en la parte baja del rango, la masa vende cuando el valor cae, muchas veces cansada y aburrida de que no suba y asustada porque siga bajando. (G4)
Cuando los profesionales ya están posicionados, juegan con la impulsividad de la masa, hacen saltar el valor de precio para que la masa se precipite a comprarlo. Después viene la irritabilidad por no haber podido comprarlo en su momento y es cuando se crea una tendencia en toda regla.
Las noticias son buenas, por el momento, la masa está eufórica, es el momento de vender, ahora que existe contrapartida.
Comienza el período de distribución. Para ello vuelven a salir a flote las mismas características psicológicas de la masa.
Para que se observe la volubilidad en las ideas de las masas. Cuando el valor ya ha terminado su fase de distribución las noticias ya no son buenas. De este modo se sugestiona de nuevo a la masa y surge la impulsividad e irritabilidad, esta vez para deshacerse del valor.
La cuestión es huir del sentimiento general de la masa. Porque los profesionales se posicionan en contra. «