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La estación del amor y la amistad

Posted by admin On abril - 23 - 2009

Quisiera apearme en una estación , encontrar la estación donde a su llegada estuviese escrito Estación del Amor y aun cuando tardase en ver esa bella ciudad en algún lugar, en algún rincón se que aparecerá.

Pasa y pasa miro y miro, dice y dice, estación del rencor !no! esta no es

Otra estación de la ambición….tampoco quiero apearme en ella…

Estación del poder me aterra porque el poder crea solo dominio y dejaría de ser persona

Estación de la riqueza para que? para tener una cuenta en el banco, para vivir aburrida sin tener nada por qué sobrevivir por que luchar no tampoco la quiero se que sería la soledad y no sería a quien a mi querrían si no a mi riqueza.

Así fueron pasando una tras otra sin mas pena ni gloria ya sin esperanza de conseguir lo que tanto quería encontrar llegó el momento que tanto esperaba.

la-vida

El tren el de la vida siente, comienza a presentir una ligera emoción algo presiento que va a suceder comienza el recorrido a relantizarse y en la lejanía se escuchan sonidos de felicidad, risas infantiles risas en general , se presiente la vida llena, la vida plena y en un momento ante un bello cartel rodeado , cuidado como blasón y caballero que cuida a su bella dama aparece ante mis ojos lo que tanto estuve buscando. Estación del amor, en esta si que me apeé y al hacerlo sentí el verdadero calor del verdadero amor.

Por fin encontré el motivo principal de por qué vivir vivir por y para esa bella palabra que significa amor.

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Palabras de amistad desde el corazon

Posted by admin On febrero - 13 - 2009

Palabras de amistad desde el corazon………..

Siempre ha sido mi corazón un lugar de puertas abiertas, donde entró aquel que quiso y salió de él cuando lo decidió, donde permanecen aquellos que lo desean y regresan quienes quieren. Quizá por eso ha sufrido tanto y ha hecho tanto daño, también; tal vez no supe retener en mi corazón a quien me amó como nadie lo hizo nunca, o dejé entrar en él a aquella persona que como a ninguna amé sin que ella llegara a saber siquiera cuanto por ella sentía… o, es posible, que viva dentro de él quien me ama y me lo ha dado todo sin que yo entendiera cuanto sacrificó y ofreció por mí, incluso sin recibir lo que esperaba…

Hoy nuevamente se diluye en la oscura tinta de palabras derramadas sobre un inmaculado papel, una amalgama de sentimientos, de ilusiones y sueños… alegrías y penas, hechos y anhelos… cumplidos, unos; y rotos, otros… Palabras que plasman aquello que emerge de mi alma, grito en silencio que desnudan mis sentimientos callados, sentir que, como siempre, busca el abrazo de quien al leerlas se identifique con él y procure mimos amigos que lo acompañen en este frío caminar. Palabras que se tiñen con los tonos tristes que reflejan mi mirada; mas siendo yo tan feliz como en aquellos días ya pasados, vuelven mis ojos a ahogarse en la soledad de sentimientos errantes que deambulan por las algodonadas nubes por las que paseo asiduamente.

Siento los pies en el suelo, paso a paso recorren los caminos de la vida con mayor o menor dificultad siguiendo el ritmo cansino del paso de los días; con ellos van mi cuerpo y mi mente, a la par resuelven las horas que han de pasar trazando el destino que me tocó vivir. En cambio, hay una parte de mi ser que aún se resiste al sometimiento del tiempo y de los designios, mi corazón lucha osadamente contra obviedades e imposiciones… Aún latiendo cadenciosamente al abrigo de la flor de loto, que abre sus pétalos ofreciendo su adorable fragancia mientras el sol regala su luz a la vida, un palpitar afanoso rompe el compás suspirando por la caricia dulce del susurro de viento que solivianta mi alma…

De nuevo, son las palabras que traza la pluma que mi mano empuña, sentimientos que mi corazón arrulla y que no tratan más que coser las fisuras que las espinas del amor produjeron en él. Palabras que atesoran mis sentires más sinceros y profundos, que se lleva el viento en libertad hacia el barrio de los incomprendidos de corazón loco…

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Expresemos ese amor en pequeños gestos diarios, sin esperar ocasiones especiales. Todos los días son días del amor y la amistad. Hagámonos de amigos. «Domestiquemos» y dejémonos «domesticar» por aquellos seres especiales con los que sintamos afinidad. No tengamos miedo al Amor. Una amistad puede llegar a alcanzar esa elevada forma de amor de la que habló Gandhi. Una pequeña llama puede alumbrar en medio de las tinieblas. Tal vez el odio, la soledad, la incomprensión y la violencia cedan ante el poder del infinito Amor de Dios manifestado en nosotros. Saquemos tiempo para Amar.

«Los hombres ya no tienen tiempo para conocer nada;
compran las cosas ya he hechas a los comerciantes;
pero como no existe ningún comerciante de amigos,
los hombres ya no tienen amigos. Si quieres un amigo,
¡domestícame!» – El Principito, Antonie de Saint-Exupery

Uno de los principales problemas que aquejan a la humanidad es la soledad, no la soledad física, pues nos hayamos rodeados de gente, sino la soledad existencial. No hay peor soledad que la soledad entre la gente. Nuestras vidas agitadas se han convertido en rutina, a costa de hacer siempre las mismas cosas y luchar contra el tiempo. Nos levantamos sin haber dormido lo suficiente, para emprender la carrera loca de repartir niños a las escuelas, a veces sin desayunar, para luego de unas horas de congestión de tráfico llegar en el último minuto a nuestro trabajo. Allí también nos enfrascamos en nuestras tareas sin dedicar ni una sonrisa al que nos pasa por el lado y en medio de nuestra ofuscación, sin querer, herimos. Regresamos al hogar al final del día, después de unas cuantas paradas para buscar la ropa que algún día dejamos en la lavandería y que ya habíamos olvidado, comprar comida en el supermercado y recoger los niños, para entonces ayudarles a hacer las tareas, cocinar y hacer mil trabajos más. No tenemos tiempo para nada.

Como si eso fuera poco, nos arropa un consumismo rampante que nos hace creer que todo lo que anuncian en la tele y la radio es indispensable para vivir y aunque no tengamos con qué, corremos a comprarlo, sobre todo, si está en especial (y aunque no lo esté). Todo se consigue al instante en el escaparate. Si algo no nos gusta o nos cansa, lo desechamos y compramos otra cosa. Todo es desechable, hasta las relaciones humanas. El acelerado ritmo de vida, el consumismo, y otras tendencias crecientes en nuestra sociedad han impactado nuestras vidas. Nos hemos ido materializando, nos hemos ido endureciendo, nos hemos ido quedando solos. Hemos dejado de tener amigos, porque como dijo Saint-Exupery, «no existen comerciantes de amigos» y no tenemos tiempo para hacer amigos/as por nuestra propia cuenta. Alfonso Rey escribió acertadamente:

«… Porque
Amar es dar y sólo con
dolor consigue dar quien
habitualmente vive
esperanzado de recibir.
Amar es servir,
y de lo que el hombre gusta
es de ser servido.
Amar es renunciar,
y el hombre siempre aspira
de inmediato a cosechar.
¿Cómo, entonces no le va
a resultar costoso amar?

Los amigos, como el amor, no se compran. Los amigos se hacen. Para hacer amigos, hay que saber serlo. Para tener amigos, hay que dedicarles tiempo. Toda verdadera amistad comienza con ese proceso de «domesticación» mutua de que habla Saint-Exupery y culmina con esa sublime e intensa intimidad del alma que nos enrriquece y hace ser mejores personas. Para ser amigo/a hay que saber dar y saber recibir. A veces implica el dar sin esperar nada a cambio. Para ser amigo hay que estar dispuesto a dejar de pensar un poco en nosotros mismos para pensar en la otra parte, a morir un poco a nosotros mismos para renacer en la otra orilla. En toda verdadera amistad hay algo de «enamoramiento» en el sentido más puro y excelso de la palabra, enamoramiento, admiración y respeto. Nuestra cultura no tiene un vocablo adecuado para expresar el sentimiento de la verdadera amistad. Decirle «te amo» a un amigo o amiga puede asustar, ya que puede sonar demasiado apasionado (es que nuestra cultura es así, apasionada). «Te quiero mucho» resulta superficial y poco profundo. ¡Tendremos que re-inventar palabras! En ausencia de palabras, demostrémoslo con hechos (aunque a veces es saludable decirlo también).

Ser amigo/a es identificarse con el dolor del otro/a y también con su alegría. Es el compartir los momentos buenos y los no tan buenos. Es el saber escuchar, el poner una mano en el hombro cuando el apoyo y el respaldo hacen falta. Es el extender la mano en la necesidad y el enjugar una lágrima en la angustia. Es el atreverse a abrazar sin miedo, en medio de una sociedad que todo lo ha sexualizado. Es el amar porque sí, porque nos sale de adentro. Es el subir a la montaña y escuchar en medio del silencio el sonido de lejos de una cascada. Es el disfrutar de la misma luna desde parajes distantes y reír juntos, trabajar juntos, superarse juntos (el contibuír a que alguien se hunda no es de amigos, sino de enemigos). Es el estar dispuesto a llorar en el momento de la partida, de ser necesario y atesorar el instante compartido después del tiempo. Para ser amigo/a hay que hacerse vulnerable y eso asusta. Ante un amigo/a, se desnuda el alma. Hay que arriesgarse a ser herido. Hay que estar dispuesto/a a perder para ganar, pero siempre hay ganancia en la amistad, ganancia que no se mide en balanzas de mercado, pero se mide en regocijo del alma y crecimiento espiritual. La amistad es un regalo de Dios.

El sabio rey Salomón dijo en uno de sus proverbios: «En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia» (Proverbios 1″:17). Añadió luego: «El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y hay amigo más unido que un hermano» (Proverbios 18:18). ¡Cuánta falta nos hace cultivar amigos! Es un bálsamo para el alma cansada, un refrigerio para el alma, un apoyo en la necesidad. El verdadero amigo permanece a nuestro lado cuando todos se han ido, nos acompaña cuando los demás nos abandonan, nos defiende cuando otros nos juzgan, nos aconseja cuando nos desviamos del camino y nos ayuda a ser restaurados.

En días pasados se celebró el Día de la Amistad. Qué bueno sería que todos los días fueran «día de la amistad», día para compartir, día para regalar aunque fuera una flor, una sonrisa, un abrazo a tiempo. Tenemos que hacer altos en el trajín cotidiano para sonreir, para saludar, para abrazar, para Amar con «A» mayúcula, para hacerle sentir a esos amigos especiales que son importantes para nosotros, que nos preocupan, que pueden contar con nosotros.

Mahatma Gandhi dijo: «Si un solo hombre consiguiese vivir alguna vez la más elevada forma de amor, ello bastaría para neutralizar el odio de millones de otros hombres.» Hubo quien lo hizo, Jesús de Nazareth. El más grande gesto de amor lo expresó en la cruz. Fue el mismo Jesús quien dijo a sus discípulos: «Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por los amigos» (Juan 15:12-13). No es un consejo, amar es un mandamiento divino, Amar con «A» mayúscula. Juan, el Apóstolo del amor, escribió en su Primera Epístola 4:7-11: «Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos nosotros amarnos unos a otros.» Si Jesús mismo, el Dios encarnado, nos amó de tal manera y valora de tal forma la amistad, lo menos que podemos hacer nosotros es tratar de imitarle en algo. Amemos a nuestros amigos (aún a nuestros enemigos, como El enseñó también). Repartamos alegría, paz, afecto del bueno. Sembremos semillas de amor. Atrevámonos a Amar. El Apóstol Juan escribió en la misma Epístola: «En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor» (1 Juan 4:18).

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Reflexion sobre la amistad y el amor

Posted by admin On febrero - 10 - 2009

Gran Reflexion sobre la amsitad amor y demas sentimientos

… Ahora en el silencio de la noche me vuelvo a encarar con mi pasado… no puedo evitar pensar y vuelvo a encender el kinké de las emocionesemociones incontroladas, recuerdos que se entremezclan con lágrimas.

La impotencia de ver como se me escapa de mi vida todo aquello que amo, esos seres que nunca más volverán y un sin fin de cosas que de la misma manera que aparecen, se esfuman sin poder hacer nada por evitarlo ¿o quizás sí?…

Hoy, ahora, en este instante, en mi soledad… dejo que ese caparazón que uso día a día caiga a mis pies; me miro al espejo y veo en mis propios ojos esa tristeza que trato de esconder, necesito descargar mis emociones y dejar que mi tormento huracanado me envuelva… pero a veces noto como me dejo llevar… ¡me arrastra! Es cuando realmente me asusto de todo e intento poner fin… ¿o no?… a veces ya es tarde, y mi mente se vuelve tumultuosa… todo se vuelve contra mí, algo me grita una y otra vez…

«¿Que has hecho? Cuantos errores cometidos, mi insensatez, mi egoísmo… y que por mi culpa muchos seres queridos han sufrido y los he arrastrado conmigo a este túnel sin luz, a este laberinto que es la vida, a la tristeza»… ¡No es justo!

Es ahora en estos momentos cuando me planteo que cosas buenas puedo ofrecer a mis hijos, a mis amigos… porque es lo único que me queda… y no hallo respuesta alguna.

… Ya es tarde, es… como si una película pasara a gran velocidad por mi mente, «es mi propia vida» «todos mis errores»… todo es agridulce… y un dolor se apodera de mí, nada ni nadie puede hacer nada… es mi dolor. Sé que suena duro… más cuando soy yo la que siempre ha dicho hasta la saciedad que hay que compartir tanto lo bueno como lo malo… y me consta que debo aprender a recibir, a aceptar… pero me refugio en mi caparazón y me aparto… quizá a lamerme mis propias heridas…

Sigo divagando por el cosmos de los sentimientos, buscando sin buscar, y sin saber que quiero, pero eso sí, cada día que pasa sintiéndome más vacía y más hastiada de todo, es como si ya me conociese el paisaje de la vida, y de alguna manera necesitase otras cosas más frescas.

Quizás mañana esté de nuevo encima de la ola, quizás no me deje hundir y solo me deje mecer por ella…

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CUENTO SOBRE LA AMISTAD «PERDIDO Y ENCONTRADO»

Posted by admin On febrero - 9 - 2009

Resumen – Un niño encuentra un pingüino extraviado en la entrada de su casa. Al verlo solo y triste decide ayudarlo a encontrar el camino de regreso a su hogar. Tras mucho investigar, averigua que los pingüinos habitan en el Polo Norte y busca la forma de llevarlo allí. Durante el viaje descubre que la soledad no es lo mismo que la nostalgia del hogar

¿Será por esta búsqueda de la amistad que es uno de los libros favoritos de Félix desde que empezó el cole?

El cuento es una narración breve de hechos imaginarios o reales, protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un argumento sencillo. Aqui teneis una pequeña seleccion de cuentos infantiles SOBRE EL AMOR Y LA AMISTAD podeis ver mas pinchando sobre los numeros espero sean de su interes, agrado y util

“Perdido y encontrado” de Oliver Jeffers. En él se cuenta la historia de una amistad: la que nace entre un niño y un pingüino que, un día, aparece en la puerta de su casa. Al verlo solo y triste decide ayudarle a encontrar el camino de regreso a su hogar. Tras muchas indagaciones, averigua el lugar donde viven los pingüinos y busca la forma de llevarle hasta allí. Durante el viaje, los amigos descubren la diferencia entre la nostalgia del hogar y la soledad.

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La amistad es libre como el amor

Posted by admin On febrero - 7 - 2009

Soy libre  para elegir mi camino, libre para decir lo que siento ..pero no soy libre para cerrar el vuelo que tu eliges.

Deja que el espacio del cielo quede limpio  de impedimentos limpio de presiones que esa gaviota sepa que puede ir en su vuelo hacia su destino.

Déjala que vuele libre que dirija su vuelo hacia donde ella decida. no la obligues a ir hacia ti si esa gaviota te quiere volverá a tu hombro en silencio en la distancia o donde quiera que esté.

El cariño y el afecto no se transmiten con palabras ni adulaciones, se sienten, se notan en ese corazón oculto  que transmiten los verdaderos sentimientos.

Déjala que vuele que si te quiere volverá a ti por si misma porque cuando verdaderamente se quiere el silencio y el respeto es la principal muestra que siente y piensa en ti.

No la fuerces, no le coartes su libertad que un día entenderá  que su libertad no es libertad, porque será  violada su propia libertad su pensamiento su soledad buscada

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