La mayor autonomía y flexibilidad horaria que propician las tecnologías de la
información aumentan la presión para estar continuamente conectados y
favorecen la disolución de la frontera entre la vida personal y la profesional
La mayor autonomía y flexibilidad horaria que propician las tecnologías de la
información aumentan la presión para estar continuamente conectados y
favorecen la disolución de la frontera entre la vida personal y la profesional