Por Ansel Cambra
La crisis se sigue cebando con las familias, tenemos y debemos reducir costes en todas las partidas de gasto de las familias y una de las partidas económicas más importantes considero que es la alimentación, por que es un pilar básico importante de nuestro día a día pero el gasto en comida cada día son esos gastos hormiga que en ocasiones no parecen mucho pero si los llevamos sin control en una familia de 4 miembros puede tirar al traste el equilibrio económico del gasto familiar.
Tal como enseño en los cursos, hay gastos innecesarios que podemos controlar y reducir significativamente sin reducir calidad en la alimentación.
Estas son básicamente algunas ideas para ahorrar en el capítulo de alimentación:
Planificar bien las compras de forma diaria y semanal… elaborando un menú para cada día y sin recurrir demasiado a la compra improvisada de alimentos que posteriormente no podamos aprovechar al máximo, siempre jugando con la flexibilidad para aprovechar la compra de alimentos que estan con un descuento temporal importante.
Utilizar productos de temporada, son más baratos y más sanos, planificando menús diarios equilibrados con productos de temporada (son más baratos, más frescos y más saludables).
Come más vegetales y hortalizas. La carne muchas veces es el ingrediente más caro de un plato, las lentejas, los huevos y garbanzos sustituyen maravillosamente la carne como proteína.
Buscar recetas baratas. Seleccionar buenas recetas de alimentos que no sean caros. Las comidas pueden ser igual de ricas o incluso mejores que las que llevan ingredientes caros.
Hay recetas económicas y muy baratas que son deliciosas, como podeis ver en la sección de recetas para mileuristas de la web, se puede comer por menos de dos euros por persona.
Controlar y comparar los precios de los alimentos. Comparar los precios de los ingredientes de tu lista de compra habitual en varios establecimientos y calcular el ahorro, de echo en la web tenemos una sección donde nos aparecen un comparador de supermercados para que podais comparar.
En el caso de los precios difieran al alza o a la baja dependiendo de los alimentos, dividir la lista de compra en dos o más establecimientos.
Conservar los alimentos adecuadamente. Congelar aquellos alimentos que puedan pasarse de fecha o no vayan a ser aprovechados por motivos inesperados o fortuitos, por ejemplo si se nos queda abierto el tomate y no lo vamos a usar lo podemos congelar y lo usaremos la semana siguiente.
Aprovechar las sobras para hacer nuevos platos. Buscar recetas para las sobras de comidas. Algunos platos muy ricos se pueden hacer con sobras (croquetas, lasañas, canelones, migas, pintxos, crepes rellenas, ropa vieja, revueltos etc….).
Prácticamente hay recetas para todas las sobras, utiliza tu imaginación y reinventa las sobras convertiendolas en nuevos platos.
Descubre las sopa caseras. son fáciles de hacer, muy sabrosas, muy completas nutricionalmente, son saciantes y económicas.
Cocina con previsión. Es mas barato cocinar que utilizar alimentos preparados, por ejemplo puedes hacer una salsa de tomate el domingo que nos dura 4 dias manteniendola a 4 grados de temperatura.
Realiza compras en grupo: Busca vecinos, amigos, familiares que quieran cantidades y seguro podre¡s ahorrar dinero si se hacen compras a granel en mayoristas.
Habitos de comida racionales y no compulsivos. Mejorar nuestros hábitos saludables de comida.
General mente esto lleva consigo ahorros muy sustanciales de gasto.
Por ejemplo, masticando bien y más lentamente se digiere mejor y se come menos. Por ejemplo, evitando golosinas fuera de las horas de comida o evitando una ingestión de azúcares excesiva.
Reducir el gasto innecesario en comida. Analizar bien nuestro gasto en comida. Podemos llevarnos sorpresas y darnos cuenta de que gastamos muchos dinero en productos en absoluto necesarios para llevar una buena alimentación.
Prescindir de ellos puede generar un ahorro notable y mejorar nuestra salud.
Llevar una contabilidad. Llevar una pequeña contabilidad con nuestros gastos semanales en cocina. Nos animara ver que somos capaces de mejorar nuestra alimentación y ahorrar.
Analizar e indentificar buenas ofertas. Tener una buena información de ofertas (pero no caer en sus trampas: comprar más de lo que se necesita o comprar cosas realmente innecesarias).
Prescindir de caprichos caros innecesarios. Tener disciplina para prescindir de demasiados caprichos que quizás no sean tan necesarios si sabemos planificar nuestras comidas con platos variados, originales y no por ello caros.
Mejorar nuestras técnicas de cocina, aumentado le rendimiento de lo que hacemos y evitando derroches innecesarios.
Recuerda por ejemplo que en muchos casos, los alimentos frescos o menos cocinados son más saludables y nutritivos.
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Cadena de Personas, el bien común COMO AHORRAR EN LA COCINA Y EN LA ALIMENTACIÓN
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