A pesar de las declaraciones que José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), pronunció el pasado mes de abril y en las que advertía acerca de la necesidad de que los bancos debían acostumbrar a sus usuarios a pagar comisiones asociadas a sus cuentas y a los servicios financieros prestados para conseguir hacer frente al difícil contexto actual, son muchos los bancos que siguen incluyendo las cuentas sin comisiones en su oferta de productos. Según un informe elaborado por la asociación del consumidor Adicae y publicado a principios de este año, los usuarios pagamos aproximadamente una media de 400 euros en concepto de comisiones bancarias. Una considerable suma de dinero que podríamos ahorrarnos mediante la contratación de una de las numerosas cuentas sin comisiones que inundan el actual mercado económico. Sin embargo y como bien señalan desde el comparador financiero HelpMyCash.com, las cuentas sin comisiones suelen estar reservadas para aquellos clientes que estén dispuestos a establecer un cierto grado de vinculación con su entidad bancaria. ¿Cuál es el truco de algunas cuentas sin comisiones? Si bien es cierto que una cuenta exenta de gastos relacionados con la operativa bancaria básica y, en ocasiones, con los productos asociados (tarjetas, libreta de ahorros…) puede resultar muy atractiva, los bancos no son instituciones benéficas y muy rara vez ofrecen productos de estas características sin pedir nada a cambio. Por este motivo, desde el portal web financiero HelpMyCash.com informan de la importancia de leer la letra pequeña del contrato y fijarnos en una serie de aspectos antes de decidirnos a contratar una cuenta sin comisiones en un banco o en otro. Uno de los principales requisitos que las entidades bancarias suelen pedir a los titulares de sus cuentas sin comisiones es la domiciliación de una nómina, una pensión o una prestación por desempleo. Según el banco con el que decidamos contratar nuestra cuenta, existe la posibilidad de que estemos obligados a que nuestros haberes tengan que alcanzar al menos una cuantía mínima como sería el caso de la Cuenta Expansión de Banco Sabadell, cuyo importe mínimo es de 700 euros; o, todo lo contrario, que no importe si nuestros ingresos son de una cantidad u otra, como por ejemplo sucede con ING Direct y su Cuenta Nómina. Ahora bien, hay bancos que no tienen suficiente con que sus clientes domicilien la nómina o sus ingresos periódicos y, por esta razón, no debería sorprendernos que algunas entidades bancarias nos pidan que llevemos a cabo otro tipo de acciones para aumentar nuestra vinculación con ellas como, por ejemplo, llevar a cabo toda la operativa vía online o mobile, domiciliar aquellos recibos relativos a los gastos del hogar, realizar un determinado número de compras con las tarjetas asociadas a nuestra cuenta sin comisiones, mantener un saldo medio en la cuenta o contratar otros productos gestionados por la propia entidad bancaria (depósitos, fondos de inversión, etc.), entre otras. Una cuenta sin comisiones, ¿para siempre? Antes de contratar una determinada cuenta sin comisiones, los expertos financieros del comparador nos advierten de que debemos prestar especial atención a si la exención de comisiones es perpetua o si bien responde a una promoción o campaña de bienvenida llevada a cabo por el banco como estrategia comercial para llamar la atención de nuevos clientes y conseguir así sus ingresos y, de paso, una inyección de liquidez periódica. Aunque los bancos cuentan con absoluta libertad para aplicar comisiones por cualquier servicio prestado y establecer el coste que considere oportuno para cada uno de ellos, las entidades bancarias están obligadas a proporcionar a sus clientes esta información a través de su libro de tarifas y también a avisarles de cualquier modificación al menos dos meses antes de empezar a aplicar una nueva comisión.
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Desde hace unos días, el Banco Central Europeo (BCE) insiste en que el sector bancario del viejo continente está conformado por demasiadas entidades financieras. Según las últimas declaraciones realizadas por Mario Draghi, presidente del BCE, la abundancia de entidades bancarias podría ser la principal causa de la disminución de los tipos de interés, la intervención de los bancos centrales, la falta de diferenciación entre las diversas entidades de crédito que conforman el sistema financiero europeo y, en última instancia, la consolidación de las empresas fintech como modelo de competencia directa de los bancos. Encuentra las 7 diferencias, si es que las hay A día de hoy, y según los expertos financieros del comparador online HelpMyCash.com, cada vez resulta más complicado diferenciar un banco de otro, puesto que todos ellos ofrecen un catálogo de productos y servicios financieros muy similar, independientemente de que estemos hablando de un depósito bancario, una hipoteca o, incluso, un préstamo. Por este motivo, son muchos los bancos que han querido apostar por la transformación digital, con la intención de marcar un punto de inflexión entre ellos. Sin embargo, el resultado no ha sido el deseado. Si bien es cierto que la progresiva transformación digital del sector financiero a la que se han visto sometidos los bancos durante estos últimos años ha servido para que éstos renovaran su imagen, así como para que las entidades bancarias favorecieran el uso de las nuevas tecnologías entre sus clientes a la hora de gestionar las finanzas personales y profesionales, los productos y los servicios ofertados siguen siendo en esencia los mismos que antes de que tuviera lugar esta revolución tecnológica. La única diferencia la encontramos en que ahora precisamos de un dispositivo tecnológico para poder realizar las mismas operaciones bancarias que antes llevábamos a cabo desde la oficina o la ventanilla. Es en plena crisis de identidad de los bancos, cuando las empresas fintech han aprovechado para hacer acto de presencia en el actual sistema económico. Estas empresas tecno-financieras han ido consolidándose paulatinamente como una fórmula alternativa a la banca tradicional. Todo ello, gracias a una amplia gama de servicios especializados que han hecho posible la oferta de unas soluciones más personalizadas para cada uno de los usuarios. ¿Veremos alianzas entre bancos y start-up financieras en un futuro próximo? Según el informe The Future-Proof Digital Bank que recientemente ha publicado la consultora IDC y que ha contado con el patrocinio de la compañía informática SAP, a una de cada tres entidades bancarias (34 %) no le importaría colaborar con alguna start-up del sector financiero. Asimismo, uno de cada cuatro bancos (25 %) estaría dispuesto a contemplar la posibilidad de llevar a cabo una fusión con alguna empresa fintech. Estas son algunas de las conclusiones que se han podido extraer de este estudio, el cual se ha llevado a cabo a partir de los resultados obtenidos de unas encuestas realizadas a 265 entidades de la banca minorista acerca de cómo impulsar la transformación digital en el sector financiero global. Este mismo informe deja entrever que la tensa y competitiva relación que actualmente se establece entre los bancos y las empresas fintech podría experimentar un giro de 180 grados en un futuro no muy lejano, puesto que “ambos tienen algo que el otro desea”, afirma Rob Hetherington, responsable global de Servicios Financieros de SAP. Mientras que los bancos se encuentran inmersos en pleno proceso de transformación digital, tratando de proporcionar un valor añadido a su relación con los clientes mediante la oferta de nuevos productos y servicios; las empresas fintech tienen un talento innato para innovar tecnológicamente y, además, se caracterizan por haber sido creadas con el propósito de satisfacer sólo y exclusivamente al usuario. Ahora bien, las start-up financieras carecen de un sistema de regulación tan estricto y, por tanto, de la confianza de algunos usuarios, algo que sí tienen los bancos.
Los bancos están haciendo un esfuerzo para adaptarse cada vez más a las nuevas tecnologías y transformar su modelo de negocio. No es de extrañar entonces, que la cuenta bancaria, su producto más básico, se oferte cada vez más de forma online. Además, las entidades suelen premiar a todos aquellos clientes que se abran la cuenta y operen por internet y no lo hagan en ventanilla. Sin embargo, ¿nos conviene abrir la cuenta online de un banco?, ¿qué ganamos y qué perdemos? Desde el comparador de cuentas bancarias HelpMyCash.com resuelven todas estas dudas. Cuentas online, más ventajas que inconvenientes Como apuntan desde el comparador, contratar una cuenta online tendrá un impacto sobre nuestra economía doméstica y, generalmente, este será positivo. Para empezar, la principal ventaja de estas cuentas es que son más baratas, dado que los bancos pueden prescindir de las comisiones al ofrecer al usuario un servicio virtual y no físico. Además, permiten realizar toda la operativa habitual desde cualquier dispositivo con acceso a internet. Una de las ventajas clave es que no existen límites en cuanto a accesibilidad geográfica y horaria. Podremos acceder a la banca virtual desde cualquier parte del mundo y a cualquier hora del día, de forma que ya no será necesario organizar el tiempo para tener que acudir personalmente a una oficina del banco. Por otra parte, desde el comparador recuerdan que, uno de los puntos flacos de la banca, la transparencia, no debería preocuparnos si contratamos una cuenta online. Generalmente, toda la información sobre los productos se puede encontrar fácilmente en la red y el vocabulario que utilizan para explicar las condiciones suele ser más claro y detallado. Finalmente, cabe destacar que tanto la vinculación como la permanencia no suelen ser requisitos para abrir una cuenta en una plataforma online. La pérdida del trato personal Como hemos visto, las cuentas online nos ofrecen un amplio abanico de ventajas. Sin embargo, no deberíamos pasar por alto ciertos aspectos negativos que, en su mayoría, están relacionados con la pérdida del trato personal. Muchos clientes no tienen la suficiente confianza aún para operar a través de internet y necesitan que alguien les asesore. Además, pueden estar acostumbrados a negociar siempre con la misma persona y, al contratar una cuenta online, perderían esa opción. Sí es cierto que existe un espacio de atención al cliente que, normalmente, nos atendería por teléfono, pero raras veces lo haría la misma persona. Finalmente, hay que tener en cuenta que no todo el mundo domina el acceso a las nuevas tecnologías, por lo que tener un dispositivo y conexión a internet puede ser un aspecto negativo para muchos. ¿Cuáles son las mejores cuentas del momento? Entre las mejores cuentas online podemos destacar la Cuenta Corriente Operativa de Openbank, puesto que no tiene ni requisitos de vinculación ni comisiones. Además, con la cuenta dispondremos de una tarjeta de débito gratuita con la que podremos retirar efectivo gratis en todos los cajeros de Banco Santander. Otro producto destacable es la Cuenta Nómina de ING Direct que, aunque requiere domiciliar la nómina de cualquier importe, nos proporciona numerosas ventajas, como un descuento del 3 % en gasolineras Galp y Shell o acceder al programa Shopping Naranja, con descuentos en comercios en 16 marcas. Finalmente, la Cuenta Corrientede imaginBank, la filial de CaixaBank nos ofrece un producto totalmente libre de comisiones y requisitos de contratación. Además, con la Tarjeta Imagin, podremos retirar efectivo gratis en los 9.500 cajeros de CaixaBank es España y en más de 200.000 distribuidores automáticos de la zona euro.
La presión de las empresas fintech ha empujado a la banca española a unificarse y lanzar una solución conjunta que les permita hacer frente a las nuevas formas de enviar dinero disponibles en el mercado. Además, el sistema permitirá pagar en comercios y realizar compras online. ¿Será Bizum un motivo de desaparición del dinero en efectivo y de las tarjetas de crédito? Antes de analizar el impacto que este sistema podría tener, el comparador de finanzas personales HelpMyCash.com nos despeja todas las dudas de este innovador método para enviar dinero. ¿En qué consistirá exactamente? Bizum es una forma de pago instantánea desde el smartphone. Permite tanto solicitar como enviar dinero a los contactos sin necesidad de conocer su cuenta bancaria, simplemente utilizando el número de móvil. Además, próximamente integrará servicios que permitirán pagar con el móvil en tiendas físicas y hacer compras por internet. El servicio Bizum está asociado a la cuenta bancaria y no a la tarjeta. ¿Quiénes lo podrán utilizar? Bizum permitirá enviar dinero a otros usuarios que también tengan activado el servicio. Sin embargo, esto no será una limitación, ya que los bancos que participan representan un 95 % de la cuota de mercado. Para poder utilizarlo solo será necesario disponer de una cuenta bancaria y un smartphone con sistema Android 4.4 o superior o iOS. ¿Cómo funciona? Para empezar a utilizar Bizum será necesario darse de alta en el servicio. Para ello, no hará falta descargarse una aplicación móvil adicional, sino que se puede hacer directamente desde la app monedero del banco. Para utilizarlo, solo se debe elegir la opción Bizum dentro de la aplicación del banco y darle a “enviar o solicitar dinero a un amigo”. Bizum permite enviar un mínimo de 0,50 euros y un máximo de 500 euros sin coste, aunque los bancos podrán cambiar esta horquilla, así como los precios. ¿Qué ventajas tendrá? El servicio mejorará las transferencias de dinero entre los españoles. Para empezar, la gran innovación es que los pagos se hacen de forma inmediata, en menos de 5 segundos se ingresa en la cuenta bancaria. De forma que Bizum hará competencia directa a las transferencias bancarias de menor importe. Además, otro punto clave es que Bizum es, de momento, gratuito para todos los usuarios, sean del banco que sean. Sin embargo, las entidades se guardan la posibilidad de integrar costes en un futuro. Por último, Bizum destaca por su sencillez, ya que para enviar dinero solo será necesario buscar entre nuestra agenda de contactos, el nombre de la persona a la que le queremos hacer el pago. ¿Es un sistema seguro? Bizum es un sistema de pagos seguro. No sólo está respaldada por los sistemas de seguridad de los bancos, sino que también cumple con la regulación bancaria en materia de pagos y de protección de datos. Además, con Bizum no es necesario introducir datos en una aplicación móvil porque está integrado en la aplicación del banco. Por último, en caso de pérdida de móvil, el servicio se podrá desactivar de la misma forma con la que desactivamos una tarjeta de crédito o débito.
La banca online está ganando cada vez más terreno en el mercado económico, hasta el punto de que en España ya contamos con más de 10 entidades que operan únicamente a través de internet. Algunos de estos bancos tienen años de experiencia y han conseguido consolidarse, entre los más conocidos estan Openbank, Evo Banco o ING Direct. De hecho, prácticamente todas las entidades tradicionales han visto la necesidad de adaptarse a las nuevas tecnologías y muchas han lanzado una marca online, como explican desde el comparador de bancos HelpMyCash.com. Sin embargo, durante 2016 hemos visto como algunas de estas filiales han ido desapareciendo del mapa. Hablamos de Uno-e, que próximamente se fusionará con BBVA, Bankialink, que el próximo 22 de octubre se integrará a Bankia o de Tookam, la marca de Bankoa que nació hace poco más de un año y ya ha desaparecido del todo. Los españoles confían cada vez más en los bancos online El fracaso de tres entidades online en menos de un año podría inducir a pensar que los españoles prefieren seguir operando de la forma tradicional, acudiendo a la oficina. Sin embargo, tanto los usuarios de la banca online como la confianza en ella son cada vez mayores. Así lo demuestra un informe de BBVA Research, que asegura que el 70 % de los menores de 44 años ya gestionan sus finanzas de manera online. No obstante, el éxito o fracaso de las entidades online no tiene nada que ver con el cambio de hábitos en la forma de operar. Segmentar a los clientes ya no tiene sentido. Los usuarios no tienen que elegir entre bancos online o bancos tradicionales, porque pueden encontrar las dos modalidades en una misma entidad, por lo que no es necesario trasladarse cuando se pueden realizar prácticamente todas las operaciones a través de las plataformas web o las apps móvil. El ‘smartphone’ como protagonista Una herramienta que se ha implantado plenamente en nuestras vidas y, como es lógico, se está convirtiendo en una pieza clave en el mundo de la banca, es el smartphone. De hecho, el uso del móvil supera el del ordenador portátil, un 82,2 % frente a un 78,2 %, según un estudio de la Fundación Telefónica. Los bancos han querido adaptarse a esta situación y, la mayoría, han lanzado apps móvil con las que se puede hacer cualquier gestión económica las 24 horas al día desde cualquier parte del mundo. Según el Informe Fintech 2016 de PwC, en 2020 más del 60 % de los clientes accederá a los servicios a través de las aplicaciones móviles, por lo que el principal objetivo es cazar la generación millennial, la generación que más utiliza el smartphone.
España es el quinto país dentro de la Unión Europea por volumen total de créditos concedidos a través de plataformas de préstamos P2P, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Cambridge, y es que solo durante agosto de este año el volumen de financiación total de empresas de crowdlending ascendió a más de 21 millones y medio de euros frente a los 9,7 millones concedidos durante el mismo período del año pasado, de acuerdo con la información ofrecida por P2P Banking. Además, se espera que aumente este ritmo de crecimiento ya que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha comenzado a repartir las tan esperadas licencias. Que este tipo de préstamos estén supervisados por la CNMV, junto con el hecho de que nos permiten invertir en la economía real, incentivará a más inversores a decidirse a invertir en estas nuevas plataformas. ¿En qué nos permiten invertir las plataformas de economía colaborativa? Los españoles tienen un perfil muy conservador cuando se trata de elegir dónde invertir su capital, esto unido a que estas plataformas son un producto relativamente nuevo hace que los inversores duden en si deberían atreverse o no con el crowdlending o crowdfunding. Por esto el comparador financiero HelpMyCash.com nos enseña dos activos en los que podemos invertir con estas plataformas: Invertir en pymes: con las plataformas de préstamos P2P cualquier particular puede invertir en diferentes proyectos empresariales desde 50 euros. Estas plataformas realizan los análisis de las entidades que buscan créditos, les asignan un nivel de riesgo a partir del cual pagarán más o menos intereses (a mayor nivel de riesgo, más altos serán los intereses) y los publican en su marketplace. Nosotros como inversores simplemente deberemos escoger aquellos proyectos que nos interesen según el nivel de riesgo que impliquen y la rentabilidad que conseguiremos (los intereses que pague el prestatario). De esta manera ayudaremos a un autónomo, emprendedor o pyme a hacer crecer su negocio, concediéndole la financiación que necesita y, además, consiguiendo rentabilidad por ello. Invertir en inmuebles: es la nueva modalidad de inversión. Son plataformas de crowdfunding que nos permiten invertir en viviendas y locales comerciales, convirtiéndonos en propietarios de varios inmuebles. Desde una inversión mínima (50 euros) podemos participar en proyectos de compra, reforma, alquiler y posterior venta de la finca en cuestión. Con esta inversión conseguiremos rentabilidad por el alquiler de la edificación durante un tiempo determinado y, una vez el inmueble llegue al valor de venta estimado, recibiremos una plusvalía proporcional al capital invertido. Esta forma de inversión se diferencia de los préstamos P2P en que no estamos financiando una deuda sino que estamos comprando un bien raíz junto con otros inversores. Es importante tener en cuenta que este tipo de inversión, aunque no tiene los mismos riesgos que la inversión en Bolsa, sí que conlleva un riesgo ya que nuestro capital no está asegurado por ningún Fondo de Garantía. Esto significa que es posible perder el dinero que invirtamos. Para repartir el riesgo es importante diversificar bien nuestras carteras tanto en diferentes proyectos con diferentes niveles de riesgo como en diversas plataformas. Así, si por cualquier razón algún proyecto nos hace perder capital, podemos compensarlo con las ganancias de los demás.
Uno de los reclamos que utilizan los bancos para atraer clientes es no cobrar comisiones por la emisión y el mantenimiento de sus tarjetas de crédito, ya que a nadie le gusta tener que pagar solo por tener el “plástico” en la cartera. Sin embargo, que estas tarjetas sean gratis sobre el papel no significa que lo sean siempre: según el comparador financiero HelpMyCash.com, muchos de los usuarios de estos productos denuncian el cobro de comisiones inesperadas por el mantenimiento o la renovación de sus tarjetas, ya sea por rebasar el período promocional de la oferta o por no respetar las condiciones de vinculación exigidas por la entidad. Tarjetas gratuitas… solo en algunos casos La inmensa mayoría de las tarjetas vinculadas a una cuenta nómina (la cuenta en la que el cliente domicilia sus ingresos mensuales) son gratuitas año tras año, pero solo si se cumplen unas condiciones determinadas. En general, para no tener que pagar la cuota anual del “plástico”, es necesario mantener domiciliados unos ingresos mínimos, así como una cantidad determinada de recibos. Además, en muchos casos también es necesario hacer un consumo mínimo trimestral, semestral o anual. Otras tarjetas de crédito, en cambio, no tienen cuota de emisión, pero pasado el primer año hay que pagar una comisión de mantenimiento que ronda los 40 euros. Estos productos también se publicitan como “gratuitos”, ya que no cuesta nada contratarlos, pero en realidad no lo son. Por ello, es imprescindible leerse detenidamente el capítulo del contrato dedicado a las cuotas anuales (emisión, mantenimiento y renovación) para saber si una tarjeta es gratis o no. Sin embargo, no todas las tarjetas de crédito tienen “trampa”. Por ejemplo, la Tarjeta Oro Bankintercard que comercializa Bankinter Consumer Finance sí es gratuita año tras año sin que se tengan que cumplir condiciones de vinculación. Además, este producto se puede contratar sin cambiar de banco, devuelve un 5 % de todas las compras realizadas mediante la modalidad de pago aplazado (y un 3 % a partir del segundo año) e incluye un seguro de asistencia en viajes y un seguro de accidentes de hasta 500.000 euros. ¡Cuidado! Solo las cuotas anuales son gratis Aunque se les llame así, las tarjetas de crédito gratuitas no permiten obtener financiación a coste cero, ya que el calificativo “gratis” solo se aplica a las cuotas anuales. Si se usa este producto para pagar compras en varias mensualidades (modalidad de pago aplazado), se aplican unos intereses que oscilan entre el 12 % y el 30 % TAE, mucho más elevados que los de los préstamos personales. No obstante, si todo el crédito utilizado se devuelve de golpe a fin de mes o a principios del siguiente, no hay que pagar intereses. También hay que tener en cuenta que aunque una tarjeta no incluya comisiones de emisión, mantenimiento o renovación, sí puede tener otros costes de gestión. Por ejemplo, casi todas las entidades cobran una comisión si se utiliza una tarjeta para retirar dinero a crédito de un cajero, si se solicita un duplicado porque se ha perdido el plástico o si se realiza un pago con una moneda distinta al euro, entre otras operaciones.
Según los últimos datos publicados por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) el pasado mes de agosto, la tasa de desempleo en España conseguía bajar del 20 % (19,6 %) en julio, registrando así su mejor marca desde abril de 2010. Si bien es cierto que se trata de una noticia un tanto esperanzadora para el mercado laboral de nuestro país, no se puede decir lo mismo del sueldo medio de los españoles. A diferencia de la leve mejoría que ha experimentado la tasa de desempleo, el último informe elaborado por la compañía de recursos humanos Adecco revelaba que el sueldo medio en España se sitúa actualmente en torno a los 1.638 euros brutos, cifra que se ha mantenido sin apenas variaciones desde el pasado mes de marzo de 2012. Teniendo en cuenta lo difícil que puede resultar encontrar un empleo y la dificultad de conseguir un promedio de ingresos mayor como consecuencias directas de la crisis económica, son muchos los profesionales españoles que han preferido priorizar el hecho de mantener un puesto de trabajo en detrimento de disponer de una nómina justa y competitiva. Asimismo, esta misma situación ha impulsado a muchas personas a buscar cuentas nómina que sean capaces de fomentar el ahorro. ¿Qué cuentas nómina nos podrían ayudar a ahorrar? Actualmente, existe una amplia oferta de cuentas nómina. Sin embargo, y según afirman desde el comparador financiero HelpMyCash.com, sólo unas pocas nos ayudarán verdaderamente en la tarea de ahorrar una importante suma de dinero a lo largo del año, gracias a permitirnos el acceso a ventajas tales como la exención de comisiones, unos tipos de interés muy atractivos y/o la devolución de una parte del importe de nuestros recibos domiciliados o de algunas de las compras que hayamos realizado. Una primera opción a tener en cuenta sería la Cuenta Nómina de Bankinter, puesto que ofrece a sus titulares una rentabilidad del 5 % TAE durante el primer año de contratación, descendiendo al 2 % TAE el segundo año. Además, esta cuenta nómina sin comisiones se caracteriza por ofrecer una devolución del 2 % de las compras realizadas con pago aplazado y disponer de un servicio de anticipo de nómina de hasta 6.000 euros. Todo ello, a cambio de domiciliar una nómina de importe mínimo de 1.000 euros y al menos un recibo mensual (o tres al trimestre), así como activar la tarjeta asociada (un movimiento en compras al mes o tres al trimestre). Otra interesante alternativa la encontramos en la Cuenta 1|2|3 de Banco Santander. El producto estrella del banco dirigido por Ana Botín posibilita el acceso a una rentabilidad de hasta el 3 % TAE, la devolución de hasta el 3 % de los recibos domiciliados, así como tarjetas y transferencias gratuitas. En el caso de estar interesados en esta cuenta nómina, deberemos llevar a cabo diferentes acciones: domiciliar una nómina de mínimo 600 euros, domiciliar mínimo 3 recibos de diferentes emisores, realizar al menos 6 movimientos al mes con la tarjeta asociada y pagar una comisión de 3 euros mensuales. Cuenta Evolución, sólo apta para valientes En última instancia y reservada para aquellas personas que cuenten con unos generosos ingresos, encontramos la Cuenta Evolución de Banco Mediolanum. Aunque esta cuenta nómina carezca de comisiones, ofrezca hasta un 2 % TIN de rentabilidad y posibilite la devolución del 2 % de los recibos domiciliados, los requisitos solicitados por la entidad son bastante exigentes. En el caso de que nos decantáramos por esta cuenta bancaria de Banco Mediolanum, no sólo tendremos que domiciliar la nómina o la pensión, sino que además deberemos contratar otros productos de ahorro gestionados por la propia entidad por un valor mínimo de 15.000 euros. Una vez más, desde el portal web financiero HelpMyCash.com nos recuerdan la importancia de elegir una cuenta nómina que se ajuste lo máximo posible a nuestro perfil de cliente, así como prestar mucha atención a la “letra pequeña” del contrato. De lo contrario, nos veremos inmersos en una relación demasiado duradera para nuestro gusto con un banco que no nos hace sentir cómodos o bien nos veremos obligados a cumplir unas condiciones a las que nos resultará muy difícil hacer frente.
Imagínense que un buen día al despertar nuestro querido sistema métrico ha desaparecido. En ese momento tendríamos que recurrir a otros sistemas de medida que pudieran cubrir esta necesidad. Pues bien, esta extraña situación podría tener lugar con el índice de referencia de su hipoteca y daría lugar a la activación del índice sustitutivo, normalmente recogido en el mismo contrato hipotecario. Negociar este índice puede evitarnos muchos sustos innecesarios, apuntan desde el comparador de hipotecas HelpMyCash.com. Hipotecas referenciadas a euríbor El euríbor es el índice rey de las hipotecas españolas, presente prácticamente en 9 de cada 10 préstamos para vivienda a tipo variable. Su desaparición podría tener importantes consecuencias para la economía de cientos de miles de familias, para bien o para mal. A este respecto hay que señalar un futuro e importante cambio en el euríbor: el lanzamiento del euríbor plus. Aunque no se trate de un índice de referencia completamente nuevo, de hecho es el mismo índice, pero con diferencias en el cálculo, algunas entidades podrían entender esta modificación como la extinción del actual euríbor. Esto significaría que en lugar de mantener la nueva actualización del euríbor, se pasaría a lo que se indicara en el apartado de índice sustituto, con el consiguiente riesgo de que se nos aplique IRPH, encareciendo sensiblemente nuestra cuota mensual. Si este es nuestro caso, es importante ponerse en contacto con nuestra entidad para que nos explique cuál será nuestro devenir. Podemos contar con la ayuda de guías gratuitas sobre el euríbor plus como la que ha elaborado el comparador HelpMyCash.com, que amplían esta información. ¿Ha sucedido esto antes? No es la primera vez que un índice de referencia desaparece. Este es precisamente el motivo por el que podemos encontrar cláusulas en los contratos hipotecarios que responden a este problema. Aquellos que tenían IRPH Cajas o CECA vieron como en 2013 dejaban de publicar este índice, sufriendo el consiguiente cambio. En este caso, siguiendo la regla del Banco de España, podían darse los siguientes casos: Si el interés estaba referenciado a IRPH cajas o CECA y se especificaba que se mantendría como fijo el último interés aplicado, las hipotecas mutaron a interés fijo. Si teníamos los índices anteriores, pero no se especificaba ningún sustitutivo o el que figuraba también desaparecía, se pasaba a tener IRPH entidades (aún en vigor) “aplicándole un diferencial equivalente a la media aritmética de las diferencias entre el tipo que desaparece y el citado anteriormente, calculadas con los datos disponibles entre la fecha de otorgamiento del contrato y la fecha en la que efectivamente se produce la sustitución del tipo” Tres años más tarde de estas modificaciones aún siguen apareciendo casos de cambios indebidos, por lo que resulta vital estar al tanto de cómo procederá la entidad frente al cambio de índice.
En España, la compra de vivienda siempre ha sido un caballo ganador frente al alquiler, aunque en los últimos meses esta tendencia está cambiando. Según un estudio de Fotocasa el 23,5 % de los españoles paga un alquiler, frente al 15 % que lo hacía hace cuatro años. Sin embargo, existe una modalidad, como el alquiler con opción a compra, que sigue pasando desapercibida para los españoles. El comparador financiero HelpMyCash.com nos muestra las ventajas y desventajas del alquiler con opción a compra. Ventajas de alquilar con opción a compra Este tipo de alquiler puede ser la opción perfecta para acabar comprando una vivienda, por los siguientes motivos: Es una buena opción para parejas que están pensando vivir juntos por primera vez, pero no tienen los recursos económicos suficientes como para afrontar el coste de una hipoteca. Con el alquiler con derecho a compra se pueden destinar las mensualidades del alquiler al pago de la vivienda y disponer de más tiempo para ahorrar, y en un futuro adquirir el inmueble. El futuro precio de la compra se establece en la firma del contrato de alquiler. Esta es una muy buena noticia, puesto que los precios de la vivienda están remontando, de forma que si fijamos el precio del inmueble hoy, será más bajo que dentro de dos o tres años. Podemos conocer la vivienda más a fondo antes de comprarla, a la par que podemos ahorrar y negociar con el banco las condiciones del préstamo hipotecario. Inconvenientes de alquilar con opción a compra Sin embargo, el contrato de alquiler con opción a compra parece que no acaba de afianzarse como una alternativa seria, por los siguientes contrapuntos: El inquilino debe abonar una prima inicial en concepto de señal por la compra, puede ser de hasta el 10 %. Si una vez finalizado el periodo de alquiler no hacemos efectiva la opción de compra acabaremos perdiendo la prima inicial, entregada en concepto de garantía de compra. El propietario no estaría obligado a alargarnos el contrato de alquiler del inmueble, pudiéndolo alquilar a otros inquilinos e incluso venderlo. Si durante el tiempo que se ha estado pagando el alquiler el precio de la vivienda cae considerablemente, no tendremos posibilidad de renegociar el precio de compra. El propietario actual del piso debe pagar impuestos, por un lado por la aceptación de la prima inicial, y por otro lado cuando se ejecute la opción a compra. De esta forma el propietario acabará pagando dos veces por el mismo concepto. Por tanto, entre estos inconvenientes podemos encontrar las principales razones por las que el alquiler con opción a compra sigue siendo una opción poco representativa a la hora de buscar piso. En concreto, los impuestos y el pago inicial de los inquilinos de una prima, que pueden perder, son los dos obstáculos más grandes del alquiler con opción a compra.